Las autoridades bosnias han terminado por agotar la paciencia de Angelina Jolie. Tras nuevos problemas con los permisos para rodar el que será su debut como directora, la estrella de Hollywood decidió reducir su calendario de filmación en el país balcánico. El equipo de rodaje había comenzado a filmar el miércoles escenas en exteriores en un ex cuartel militar en Sarajevo, pero Jolie y los actores del filme no estaban presentes, dijo a Reuters Edin Sarkic, de la productora Scout Film.
Estaba previsto que la filmación de escenas en exteriores para el filme, cuya historia ocurre durante la guerra en Bosnia, finalizara el viernes pero finalmente se irán del país balcánico antes de lo previsto.
"Los productores estadounidenses han decidido que las escenas de 12 lugares planeadas en Sarajevo deberán ser filmadas en Budapest despues de que el permiso fuera cancelado y luego restablecido", dijo Sarkic.
Hace más o menos un mes, el Gobierno bosnio decidió retirar a Jolie el permiso de filmación, alegando que los trámites estaban incompletos tras reunirse con víctimas femeninas de la guerra de Bosnia, quienes objetaron lo que dijeron eran detalles de la trama de la película que aún no tiene título.
Según Jolie, la película es una historia de amor entre un hombre serbio y una mujer musulmana de Bosnia en vísperas de la guerra que duró de 1992 a 1995 y en la cual 100.000 personas murieron.
La actriz ganadora del Oscar pidió en una carta a mujeres que fueron víctimas de la guerra que esperen a ver la película para opinar sobre ella, debido a que "hay muchos giros en la trama que tocan la naturaleza sensible de la relación entre los personajes principales".
Sarkic dijo que Jolie, quien ya estaba filmando en Budapest, afirmó que iría a Sarajevo y hablaría con la asociación de Mujeres Víctimas de la Guerra, cuya presidenta Bakira Hasecic ha sido la oponente más acérrima al proyecto de la actriz.
Jolie viajó a Bosnia por primera vez en abril con su pareja, Brad Pitt, para visitar a refugiados en el este del país como embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR.
